Preparando el Espacio-Tiempo para el arte

Buscá ese lugar donde sabes que no serás molestado durante toda la sesión de escritura. No te preocupés por la cantidad de tiempo que debés dedicarle a este trabajo pero tratá de mantener una regularidad. Puede ser una hora todos los días, podés medirlo en páginas o cantidad de palabras. Lo importante es que dicha medida se repita en cada sesión. Por mi parte, me gusta dedicar un día a la escritura y el otro a la lectura, de ese modo mantengo siempre en funcionamiento la maquinaria creadora. Antes de escribir, asegurate de suspender o deshacerte de todas las distracciones. Todo aquello que interrumpa tu proceso de creación debe ser exiliado de tus cercanías. Hacelo siempre, y pronto lo incorporarás naturalmente, como uno de las condiciones necesarias para escribir. Solo deben ser vos, la hoja en blanco, y tu imaginación, y, por supuesto, el material que necesités para incorporar a tu historia.  Recordá que cuando esté sentado o acostado frente a la hoja la única versión de la historia que cuenta es la que se libera en ese preciso momento.


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